Adiós a Kiro

No todo son alegrías cuando emprendes un camino determinado, a veces también ocurren cosas contra las cuales no podemos hacer nada y nos entristecen.

Kiro llegó hace poco. Venía un poquito cojo y pensamos que podría haber sido del traslado, pero una semana después seguía cojeando y lo llevamos al veterinario. Tenía una infección en una patita.

Lo separamos de Iris (la pareja) y estuvimos dándole antibióticos por vía oral, luego seguimos con una pomada, varias visitas al veterinario... hasta que lo vimos lo suficientemente recuperado como para volverlo a juntar con Iris.

Aproximadamente una semana después lo encontramos tendido en el suelo de la jaula, sin vida... y, como siempre, la pregunta de si podríamos haber hecho algo más por él...

Desde aquí le decimos: "Adiós, peque, vuela alto, más allá de adonde tus alas nunca te habrían dejado volar".

Escribir comentario

Comentarios: 0